domingo, 10 de mayo de 2015




Ooparts





                     El Pasado Tecnologico del Hombre




        Hubo en la antiguedad un pasado tecnologico? La pregunta parece absurda dado los datos historicos con que contamos en museos y libros de historia, pero hay algunos instrumentos,  objetos y huellas que nos demuestran lo contrario. 

            Son los llamados Ooparts acronimo en ingles de Out of place Artifact , literalmente "artefacto fuera de lugar" objetos que por su manufactura no deberian estar en estratos geologicos antiguos, pero ahi estan. Generalmente la explicacion de la arqueologia oficial  nos dice que son "Objetos de Culto" y son abandonados en algun rincon olvidado de un museo, ya que desafian la logica del razonamiento catadratico,


                  Aqui, algunos:



                                                          La Maquina de Antikythera

       Frente a la Isla de Antikythera (Grecia) en el Mar Egeo, fue hallado en el año 1.900 por un   grupo de pescadores de esponjas a unos 60 metros de profundidad, un extraño bloque de aspecto metálico recubierto de residuos calcáreos, procedente del naufragio de una galera griega. Una vez  rescatados los objetos de valor de dicha nave, fueron  datados por expertos y establecieron que fue            fabricado en el siglo I a. C.

 Finalizadas las tareas de rescate un año más tarde y cuando se realizaba su clasificación, el arqueólogo griego Valerios Stais reparó en la presencia de este extraño objeto, en el cual parecían apreciarse varios mecanismos de engranaje, algo totalmente ilógico para un descubrimiento de 2.000 años de antigüedad. 
              
 Tras un examen minucioso y la limpieza de residuos a base de ácidos, tanto Stais como otros estudiosos llegaron a la increíble conclusión de que este artefacto debía de ser algún reloj astronómico o instrumento de navegación muy sofisticado. Especialistas en epigrafía, detectaron la presencia de inscripciones que hacían referencia al Sol, la Luna y otros cuerpos celestes.

       Calculadora astronómica para unos, astrolabio para otros, o simple objeto incatalogable para muchos, este extraño mecanismo permanece expuesto desde su descubrimiento en el Museo Arqueológico Nacional de Atenas. Realizado en bronce, consta de 40 ruedas de engranaje (la principal dispone de 240 dientes), 9 escalas móviles y 3 ejes (el mayor servía para poner en marcha todo el increíble mecanismo). Se cree que en sus orígenes alcanzaba unas dimensiones de 8 x 16 x 32 centímetros, con un cuadrante de frente y otros dos más por la parte posterior.

          A mediados de los años 50, el conocido aventurero Jacques Cousteau, capitán del buque de estudios oceanográficos Calypso, se interesó en este más que curioso mecanismo, y se animó a seguir buscando en la misma zona donde se encontró medio siglo antes la conocida como "Máquina de Antikythera". De estas labores de búsqueda, el Capitán Cousteau rescató un importantísimo tesoro arqueológico, y también pequeños restos de extraños engranajes de incomprensible utilización.


          La enorme dificultad para poder explicar la presencia de tan "moderno mecanismo" en plena época de esplendor del Imperio de Roma, ha hecho que la comunidad científica haya dejado en el olvido a éste curioso objeto rescatado de las aguas.



                                       

                    Rueda del Principe Sabu


                                                   Original                  Reproduccion   

Realizando unas excavaciones en el año 1.936, en la zona arqueológica de Sakkara, fue descubierta la Tumba del Príncipe Sabu (nº 3111), hijo del faraón Adjuib, gobernante de la I Dinastía (3.000 a. C.). Entre los utensilios del ajuar funerario que fueron extraídos, a B. Walter Emery le llamó poderosamente la atención un objeto que definió inicialmente en su informe Las Grandes Tumbas de la I Dinastía como: -...un recipiente con forma de tazón de esquisto...-. Años más tarde, en su obra citada con anterioridad, Egipto Arcaico, hacía un comentario que viene a resumir perfectamente la realidad y situación de este incómodo Oopart...... no se ha conseguido ninguna explicación satisfactoria sobre el curioso diseño de este objeto......".

Este objeto al que se refería B. Walter Emery en sus informes, tiene 61 centímetros de diámetros, y 10,6 centímetros de altura en la zona central. Está fabricado en una roca muy quebradiza y frágil, que requiere un tallado muy laborioso. Su forma se asemeja a la de un plato o volante de automovil cóncavo, con una especie de tres cortes o palas curvas que recuerdan a la hélice de un barco, y en el centro de ésta, un orificio con un reborde que sobresale como si fuera el receptor de algún eje de una rueda o de algún otro mecanismo desconocido, dispuesto para girar.

Como bien es sabido por todos, la postura que mantiene la egiptología oficial respecto a la aparición y uso de la rueda por parte de los antiguos egipcios, es muy clara y no deja lugar a ninguna duda. Su introducción en Egipto nos aseguran, fue debida a la invasión de los hicsos al final del Imperio Medio, 1.640 a. C., que la utilizaron, entre otras cosas, en sus carros de guerra, y que era conocida también en ese momento por otros muchos pueblos de Oriente Medio. La pregunta entonces es inevitable: si no es una rueda, ¿qué es el extraño objeto que apareció en la Tumba de un príncipe de la I Dinastía, 1.400 años antes de la invasion de los hicsos?.

A pesar de la complejidad de este problema, el tema se agudiza aún más a raíz de los estudios técnicos que diferentes investigadores han llevado acabo, impulsados por el sorprendente y extraño diseño de este artilugio.

El también egiptólogo Cyril Aldred llegó a la conclusión de que, independientemente de lo que fuese aquel objeto, su diseño se correspondía sin duda, a una reproducción de un objeto metálico anterior mucho más antiguo. De hecho, esta rueda de esquisto apareció en la Tumba del Príncipe Sabu, junto con otros extraños objetos de cobre, prácticamente el único metal que conocían los egipcios en aquella época. La duda nos asalta al pensar cómo pudieron diseñar un objeto tan delicado y tan complejo estructuralmente, hace más de 5.000 años. Una estructura que en el caso de sus tres extraños cortes o palas curvas, nos induce a pensar casi inmediatamente en la utilización de este objeto en un medio líquido. Este detalle, junto al orificio sobresaliente en la parte central, nos hace sospechar también que este objeto sólo sea una pequeña parte de algún mecanismo más complejo, y que se salvó gracias a una reproducción en piedra que por alguna desconocida razón, realizó un artista, con unas no menos desconocidas herramientas.

Pero..., ¿qué mecanismos existían hace 5.000 años en el Valle del Nilo?.


Dentro de la típica política de los arqueólogos y egiptólogos oficialistas, este objeto no es más que una bandeja o el pedestal de algún candelabro. Aunque también  este curioso objeto coincida con el diseño de una de las piezas que la Compañía Lokheed de Misiles y del Espacio, desarrolló para ser encajada herméticamente dentro de un cárter lleno de lubricante. Sea lo que sea, este objeto encontrado en una tumba de Sakkara con una edad que como mínimo alcanza los 5.000 años, sigue constituyendo uno de los misterios mejor guardados entre las paredes del viejo Museo de El Cairo.
              

                              Nanotecnologia de la antiguedad

            Entre los años 1.991 y 1.993 mientras se hacían prospecciones para la búsqueda de oro, en un área al este de los Urales junto a los ríos Narada, Kozhim y Balbanyu, fueron apareciendo uno tras otro pequeños objetos de escasos centímetros (0,003 milímetros los más pequeños), en unos estratos geológicos situados entre los 3 y 12 metros de profundidad, lo que permitió una datación posterior en función del nivel en el que fueron encontrados que oscilaba entre los 20.000 y los 318.000 años.

                  El análisis efectuado sobre estos objetos por la Academia de Ciencias de Rusia en Syktyvka, capital de la antigua República Soviética de Komí, determinó que la composición de estos objetos era variada. En los objetos más grandes predominaba la presencia de cobre, mientras que en los pequeños se encontraron la presencia de tungsteno y molibdeno. El tungsteno tiene un alto peso atómico al igual que el molibdeno, con un punto de fusión de 3.410 grados centígrados para el primero y de 2.650 para el segundo. 



                Sorprende enormemente que el tamaño milimétrico de muchos de estos objetos exija una tecnología muy desarrollada para su fabricación, que incluso hoy en día esta en pleno proceso de desarrollo de lo que se ha dado en llamar “nanomáquinas”, pequeños robots destinados a actuar allá donde la mano del hombre es inoperante, como sería el caso de la microcirugía a nivel cerebral o arriesgadas operaciones dentro de los vasos sanguíneos que no son posibles de efectuar con las actuales técnicas quirúrgicas. 



                                               El Mapa de Piri Reis




                Este mapa perteneció al marino turco del siglo XV Piri Reis, anterior al descubrimiento de América y también a la fecha en la que se trazó el mapa fiable del continente americano, reflejando para la descripción del continente tanto la latitud como la longitud  La longitud no fue posible calcularla hasta el siglo XVIII. 

               El mapa refleja el contorno y el interior  del continente sudamericano y también parte de la Antártida. Este último continente fue descubierto siglos después Aparece el nacimiento y trazado del  río Amazonas, la Patagonia, las Islas Malvinas, los Andes,  la Antártida y Groenlandia. En este último caso, se dibujó el continente helado sin la capa de hielo que lo cubre con más de un km de espesor. Aparece el contorno de la Antártida tal y cómo sería antes de la última glaciación
        La  información sobre  la costa de la Antártida ,    parece  imposible que se tuviera en la época de la escritura de este mapa. El mapa Piri Reis, es un documento autentico, no un fraude, que fue realizado en Constantinopla en el año 1513 de nuestra era. Este mapa representa la costa occidental de África, la costa oriental de Sudamérica y la costa septentrional de la Antártida. Piri Reis no pudo conseguir la información sobre la Antártida de un explorador coetáneo al descubrimiento de este continente, porque la Antártida no se descubrió hasta el año 1818 de nuestra era, más de 300 años después de que Piri Reis hubiera dibujado el mapa. La costa sin hielo de la Tierra de la Reina Maud que muestra el mapa constituye un embrollo colosal, pues la evidencia geológica confirma que la última fecha en que pudo haber sido explorada y cartografiada desprovista de hielo es el 4000 AC.. No tenemos constancia de una civilización que tuviera la capacidad y necesidad de explorar ese litoral en el período comprendido entre 13.000 y 4.000 años AC. El enigma del mapa de 1513 no radica en la inclusión de un continente que no fue descubierto hasta el año 1818, sino en la representación del litoral de ese continente en unas condiciones sin glaciación que concluyeron hace seis mil años.

El original se conserva en el Museo Topkapi Sarayi de Estambul donde se localizó en 1929, pero no suele estar expuesto al público.
        
            
             Si les interesa el tema, publicare mas Ooparts en un proximo articulo.

      Espero sus comentarios.-

      Hasta la proxima: Duval-
      
     Informacion extractada de diversas fuentes.-

     Algunas imagenes pueden tener Copyright.-
     

                 

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